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Si bien hay muchas otras opciones de tratamiento disponibles, las tasas de éxito de la IVF son mucho más altas que otras opciones de tratamiento de fertilidad y pueden acortar el tiempo para un embarazo exitoso.
Se administran inyecciones de hormonas para estimular múltiples óvulos. Se administran inyecciones diarias de gonadotropina para estimular el desarrollo de los óvulos. Estas generalmente se aplican por vía subcutánea (debajo de la piel). Después, un médico de fertilidad monitorea el progreso de la inducción de la ovulación con ultrasonidos y niveles sanguíneos cuando corresponde.
La recuperación del óvulo se realiza colocando una aguja especial en el folículo ovárico y eliminando el líquido que contiene el óvulo. Este procedimiento se realiza visualizando los folículos con una sonda de ultrasonido vaginal. Para evitar molestias se recomienda la anestesia.
Los óvulos son identificados por un embriólogo experto y experimentado, y colocados en una incubadora. Los óvulos son fertilizados con esperma el mismo día por inseminación convencional o por inyección intracitoplasmática de esperma (ICSI). Los óvulos serán revisados diariamente para documentar la fertilización y el crecimiento. Tenemos la capacidad de cultivar los embriones durante cinco o seis días hasta que alcancen la etapa de blastocisto. Para algunos pacientes, estos blastocistos pueden tener una mayor probabilidad de implantación y aumentar la posibilidad de embarazo. Cualquier embrión que no se transfiera puede ser criopreservado para uso futuro.
Los embriones, o embrión, elegidos para la transferencia se colocan a través del cuello uterino en la cavidad uterina usando un catéter pequeño y suave. Este procedimiento generalmente no requiere anestesia. Los embriones pueden transferirse los días 3, 5 o 6 después de la recuperación de óvulos. Además, en algunos casos, un médico especialista en fertilidad podría recomendar criopreservar los embriones y, en su lugar, realizar una transferencia de embriones congelados.
Hay varios factores que pueden llevar a un médico de fertilidad a recomendar un tratamiento de IVF, dichos factores incluyen:
La función ovárica de una mujer disminuye con la edad. En muchos casos, esta función reducida se puede superar con el uso de la IVF.
Las únicas opciones para tratar el daño tubárico significativo son la reparación quirúrgica o el uso de IVF que evita utilizar las trompas de Falopio.
La endometriosis puede tratarse eficazmente con una combinación de terapias quirúrgicas y médicas. La IVF también es efectiva como segunda opción de tratamiento cuando el tratamiento inicial no tiene éxito.
La IVF con Pruebas Genéticas Preimplantacionales puede recomendarse cuando existe la posibilidad —indicada por el historial médico o una edad materna avanzada— de que tus embriones puedan verse afectados por una enfermedad genética.
Aproximadamente el 30 por ciento de la infertilidad está relacionada con problemas de factores masculinos, como anomalías estructurales, trastornos de producción de esperma, trastornos eyaculatorios y trastornos inmunológicos.
Aproximadamente el 20 por ciento de las parejas no tendrán una causa identificable de infertilidad después de completar una evaluación exhaustiva, en estos casos la IVF suele ser a menudo exitosa.